sábado, 24 de mayo de 2008

1995


Habíamos recorrido algo de 30km con el calor que nos consumía el cuerpo, mi madre traía la cabeza agachada y nos venia contando una historia para que no sintiésemos el abrasador calor, nos contaba la leyenda del desierto por donde veníamos, yo como era pequeña la escuchaba con admiración pero sin creer una de sus palabras, en conclusión esto es lo que me contó

Cuenta la historia de dos amantes que en una noche en el verano de 1995 escaparon juntos para poder realizar su amor, ellos habían decidido ir al desierto pues temían que si al esconderse en una ciudad cercana a su pueblo pudieran ser encontrados y por consiguiente asesinados. Maria era el nombre de la mujer, ella tenia un marido posesivo que solo pensaba en maltratarla y tenerla como esclava en su gran casa. Por el otro lado Mateo era el nombre del amante, el era un joven que vivía en una humilde casa y trabajaba de peón, ellos se habían conocido en una fiesta de la cuidad y habían intercambiado varias palabras y en los días siguientes se habían visto por las calles pero apenas el saludo.

Mateo había observado los ojos de tristeza de Maria y siempre le preguntaba el porque de su pena pero ella nunca se lo comentaba refería a ese tema como ALGO PRIVADO y que nadie podría ayudarla pues era algo que dependía de su vida y quizás de unas personas más.

Una noche el cielo se había entristecido y empezó a llorar sus lagrimas saladas, Maria salio de su casa rumbo a la cuidad pues ella amaba bailar bajo el manto de agua que caigan sobre el asfalto, luego de unas horas de estar dando vueltas como una loca se detuvo un momento para sentarse pues estaba cansada y de repente noto que alguien la estaba viendo, se asusto y comenzó a caminar a pasos rápidos y con el corazón que se le salía del pecho y de repente era el, Mateo, se había escondido detrás del árbol para ver el ritual de Maria y hasta quizás se había reído por ver a alguien en tal nirvana y liberada del mundo.

La saludó y ella corrió, Mateo fue atrás de ella hasta alcanzarla la tomó de su brazo y la abrazó, se quedaron en silencio unos 5min hasta que despertaron de ese coma y volvieron en sí. Maria salio huyendo de donde estaba, se encontraba asustada y no entendía nada de lo sucedido.

A los días siguientes Mateo sentía esa necesidad de verla y tanto era que fue capaz de ir a buscarla a su propia casa, Maria salio a recibirlo pero lo trataba con cierta indiferencia mostrando que ella era una señora y que tenia que respetarla, a Mateo nada de esto le importo fue hasta donde estaba y le dio un beso…

…No recuerdo el momento exactamente, lo único que puedo recordar es los labios de ese hombre sobre los míos, el miedo y la desesperación y entre todo eso el AMOR que estaba naciendo dentro de mi alma, mi corazón se sentía como un niño que apenas conoce lo que significa la palabra te amo, en el estomago sentía una fiesta de hormonas que me causaban comportamientos extraños, mi cuerpo entero conspiraba para que yo me enamorara y así fue.

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